Ruta que iniciamos cerca del Puerto de la Morcuera, Miraflores de la Sierra (1.700m de altitud), rodeados de la floración primaveral del piornal.

Descendemos por las laderas del arroyo de Canencia entre pinares de pino albar (Pinus sylvestris), bosque protector contra las “turbias pardas” o los sedimentos que se arrastraban hacia los embalses de la cuenca del Lozoya y que abastecen a Madrid. Seguimos bajando hacia el piso bioclimático donde dominan los robledales (Quercus pirenaica), que fueron talados para el carboneo y leña, y que en las zonas bajas, cercanas a los núcleos de población, se mantienen formando dehesas.

Entre los bosques de pino y melojo, en lugares húmedos de umbría y arroyos, aparecen mezclados bosquetes relictos de abedul, acompañado de acebos y tejos.

En la fosa de Canencia, circulamos por un paisaje rural de prados con pastos, huertos y dehesas. Al pueblo de Canencia,  accederemos por uno de sus puentes de piedra medievales. Paralelos al arroyo de Canencia alcanzamos llegamos a zonas bajas donde los bosques son de encinares con enebro.

El río Lozoya, lo cruzaremos por otro puente medieval, el Puente Canto o del Congosto, donde la erosión del agua ha originado Marmitas de Gigante. Circulamos cerca de la Presa del Embalse de Pinilla, aguas arriba del rio Lozoya, que discurre por un valle plano, originado por una profunda depresión tectónica entre dos grandes fallas, rodeado por las líneas de cumbres. Aquí se sitúa el embalse de Pinilla y hace 90.000 años, grupos de neandertales buscaban el abrigo de las cuevas de calizas cretácicas, donde dejaron las huellas de sus actividades.

Concluimos nuestro viaje en el pueblo de Lozoya, a 1.100 m, donde podremos realizar un picnic y quien quiera, disfrutar de un viaje en piragua en el embalse de Pinilla.

Ruta de 1 día