Tierras de Monjes guerreros y volcanes dormidos
Calatrava. Comarca natural de La Mancha donde se instala durante más de siete siglos la Orden Militar y Religiosa de Calatrava, para defender las tierras de Castilla de los musulmanes. La Orden tenía su sede en Almagro y dos fortalezas: el castillo de Salvatierra y el Castillo de Calatrava la Nueva, construido en el siglo XIII, una impresionante fortaleza de monjes-guerreros, ubicada en un cerro de cuarcitas, a 936 m de altitud. La poderosa orden militar, ha dejado una profunda huella en los pueblos, que lucen castillos, monasterios e iglesia que conocieron el paso de los caballeros, que participaron en la toma de Cuenca (1177), en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) y en las campañas de Fernando III en Andalucía.
Discurre la ruta por los entornos de Valenzuela de Calatrava, Granátula de Calatrava, Calzada de Calatrava y Aldea del Rey, donde se encuentran manifestaciones de vulcanismo. Las más recientes investigaciones en el Campo de Calatrava, dan un número de edificios volcánicos, superior a 350. Este volcanismo comenzó hace 8.6 M.a., produciéndose las últimas hace menos de 7000 años. La presencia de rocas volcánicas ha permitido su uso en edificios, como en ermitas, puentes, y monumentos, donde se utilizó lapilli y bloques de oleadas piroclásticas. Descubriremos el interior de un volcán, el del Cerro Gordo, para comprender como fue su erupción y su forma cónica. Encontraremos antiguos cráteres (depresiones circulares llamadas maares), producidas por la violenta explosión cuando el magma al ascender encuentra agua, algunas de ellas ocupadas actualmente por lagunas. Las fuentes de agua gasificada, “hervideros”,(por el efecto que provoca el CO2 de origen volcánico en contacto con fuentes y manantiales de agua), son la evidencia de que aún perdura la actividad volcánica en esta zona.
Conoceremos los yacimientos relacionados con el mundo ibérico (siglo IV a.C.), como el de Oreto y Zuqueca, en el que también se encontraron vestigios de épocas romana, paleocristina, visigoda, árabe y cristiana. Zuqueca, significa ciudad despoblada o abandonada, y fue el nombre dado por los árabes a los restos de la ciudad de Oreto, una prospera ciudad del Imperio Romano. La ermita aquí encontrada, es la estructura más visible, pero también se halla un puente romano sobre el río Jabalón, varias necrópolis tardorromanas, o el lugar de enterramiento de obispos visigodos. El yacimiento se encuentra junto al embalse de la Vega del Jabalón, en el que podremos observar aves acuáticas y limícolas.
La ruta también nos lleva a Puertollano, ciudad donde se ha explotado hulla o pizarra bituminosa, a cielo abierto, y que posee interesantes restos de la antigua actividad minera. Su museo etnológico nos dará a conocer la historia preindustrial de la ciudad y su comarca. La Fuente Agría, además de ser un punto emblemático de la ciudad (ya se citaba en el XIV, de origen romano), es un lugar de interés hidrogeológico por sus aguas ferruginosas con gas carbónico.
De camino a la ciudad, en el paisaje que nos rodea, contemplamos los crestones cuarcíticos de la sierra de Puertollano, y sobre sus laderas, aparece el monte mediterráneo de encinas, alcornoques y quejigos, que observamos desde el valle del río Ojailén, una zona más llana aprovechada para el cultivo de cereal.
Terminamos en Aldea del Rey, en la margen izquierda del río Jabalón, con la visita del Palacio de Clavería del siglo XVI, residencia de los frailes de la orden de Calatrava, moradores del convento del Calatrava hasta el año 1.217.
Ruta de 3 o 4 días